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Necesitas límites mentales. No entiendo cómo, a pesar de tu dispersión, comprendes cuál es tu remedio. Necesitas no esperar. Necesitas no esperar nada de los demás. Necesitas no traficar co tu dolor. Necesitas orgullo y soledad. Necesitas castidad. Necesitas orden. Por ejemplo, las lecturas. Poesía: limitarse a Bonnefoy. Tal vez, también, seguir con Dostoievski.
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Alejandra Pizarnik,
Diarios, 21 de noviembre, de 1964
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